hello@hazlodigital.es

«El Hombre masa y la necesidad de un líder ético y responsable»

Es sincero decir, que la capacidad de desarrollo como tal, es inherente o viene prevista por el mero hecho de ser persona, y que de esta manera, se trata en sí misma, de una capacidad individual, que puede ser, y es aplicada, a una suma de individualidades, que forman el tejido social o comúnmente llamado, sociedad. Si llegados a este concepto de sociedad, nos permitimos el análisis contextual, en el que la propia persona se desarrolla, debiéramos adherir otros términos, como: Evolución, Contexto, Realidad, Pensamiento, Cultura, Arraigo…que nos acercarían, con mayor exactitud, a la comprensión del punto actual, en el que la sociedades del siglo XXI se encuentran. Después de comprender, que nuestra faceta evolutiva, tiene una tendencia de desarrollo, hemos de saber, que esta misma faceta, es completamente superior a los elementos que la hacen posible, como por ejemplo, los recursos de producción que se emplean para satisfacer las necesidades, o bien otros recursos vitales como la calidad del aire, o un sistema financiero sostenible. (idea introducida a través del Filósofo Mathus quien firmo que “La capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor, que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre”). Como personas en sociedad, y siempre me referiré a las personas, como personas y su tratado de aplicar, analizar y también, poder discernir sobre los hechos y realidades que nos corresponde vivir, y tales hechos, nos remontan, a que para tratar de distinguir los acontecimientos actuales, hemos de comprender en lo que nos hemos convertido.

El punto actual de desarrollo en el que nos encontramos, nos ha permitido, entender el capitalismo, como un ente defectuoso, que desde su inicios, ha perdido el ideal ético y que la gran empresa, y sus socios, tendrán la herramienta de cambio, sin entender, que nosotros, como sociedad, hemos sido instituidos por una infinidad de ejes costumbristas revolución industrial, pensando que el poder de los social, estaría defendido o vendría dado, por una sociedad pujante y equitativa, cuyo papel de líder estaría representado por realidad, realidad, a la que deberíamos añadir la suma de realidades y resto de contextos sociales, siempre hemos tratado de comprender, hemos tratado de entender, hemos pragmático, con el que Marx y Adam Smith trabajaron. En esta forma, la tesis de R.Owen, sobre como el trabajo es entendido como un indicador de calidad de vida, ha hecho creer, engendrados en el arraigo del sentimiento de pertenencia, hasta tal punto, que hemos entendido nuestro papel, como aquel hombre masa cuyo carácter se forja en plena aquellos individuos mejor preparados, pero nada más lejos de la realidad, la actual conformación de lo que hoy conocemos como capitalismo y cuyo estado viene, como vemos, precedido por una dilatada evolución, ha sido capaz de producir una inmensa riqueza a la vez que ha empobrecido la conciencia moral y ética del ser humano.

Para Ortega y Gasset, el capitalismo ha contribuido a arruinar y desmoralizar a la humanidad, y por esta razón, surge el marxismo, que asume esta realidad alienante, con una fórmula limitada, al proponer apoderarse de los medios de producción, para mejorar los salarios y no para recuperar la dignidad del hombre, lo que convierte al hombre, en un mero espectador, de lo que en otras partes se decide. En este aspecto, y más aún en la circunstancias actuales, es cuando aparece más fuerte, la idea del líder.
Es ahora un buen momento, para que el líder, en cualquiera que sea su sexo, se descubra más que como agente de cambio, como un agente de progresión.

El desarrollo aplicado a la satisfacción de las necesidades del ser humano, indistintamente que este pertenezca a un lugar u otro del mundo, nos ha traído hasta aquí, y es por eso, que nace la necesidad de aplicar nuevos términos, que definan con mayor pertenencia, la visión de futuro que se nos permite desarrollar, a través de la aplicación de los ODS, en el sistema público y privado. Para la consecución de un progreso más real, que catapulte el desarrollo sostenible, de nuestros ecosistemas financieros, ecológicos y sociales, hacia un estado, en el que todos los agentes de transformación seamos partícipes de las interrelaciones que surjan con motivo del propio cambio.

Es necesario la devolución social de todos y cada uno de los recursos, que tomemos como nuestros, para conseguir los resultados y objetivos que de nuestras empresas se requiere.

Es de necesidad entender, que estamos en un momento determinante, en el que la agenda de la ONU 2030, nos está dando las claves para crear un sistema, que se adapte a la realidad y permita un desarrollo del ser humano mas coherente con el sistema en el que se permite el propio desarrollo.

«El capitalismo ha terminado por convertirse en una pseudo-religión»

Quizá te interesen estas otras noticias

QUIERO MÁS INFORMACIÓN

Solicitar una asesoría GRATUITA

QUIERO MÁS INFORMACIÓN

Solicitar una asesoría GRATUITA